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Sébastien Ogier y Julien Ingrassia han sufrido un fuerte accidente en los test de hoy con el Toyota Yaris WRC. Los franceses se encontraban probando las nuevas especificaciones aerodinámicas de cara a la nueva temporada, pero la salida de carretera ha obligado a abortar los planes.

El accidente se ha producido en una bajada rápida y complicada, con terreno resbaladizo por la lluvia. Ogier ha perdido el control del coche, tumbando varios pinos y parando varios metros más adelante. Ambos han salido ilesos del habitáuclo, pero Ingrassia ha sido trasladado al hospital por precaución.

Estas eran las palabras del galo para sus seguidores: «Cortamos algunos árboles, lo siento por ello. Caminaré como un zombie durante un par de días, pero no hay una sola duda de que estaré en el comienzo del «Monte» la próxima semana. Gracias a todos por vuestros mensajes, estoy bien«.

El Yaris WRC ha salido peor parado, por suerte.
Imagen de Quentin Poite.

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