El Rallye de Sanremo, prueba puntuable para el Campeonato Italiano de Rallyes, contó con un plantel de pilotos espectacular, muchos de ellos llegados del Campeonato del Mundo. Craig Breen y Paul Nagle vencieron la carrera a bordo del Hyundai i20 R5.
Los irlandeses aprovecharon los kilómetros de la prueba transalpina con vistas al Rallye de Croacia. Allí competirán con el tercer Hyundai i20 WRC oficial. Breen y Nagle llegaron a ir cuartos de la general con el i20 R5 en el ecuador del rallye. Sin embargo, una gran segunda sección les permitió subir a lo más alto del podio.
Andrea Crugnola, Campeón Italiano de Rallyes de 2020, fue uno de los rivales que más cerca estuvo del triunfo, a tan sólo 4,8 segundos de diferencia, y también con otro i20 R5. De hecho, llegó a conseguirlo por unas horas, ya que el equipo Hyundai ordenó penalizar a Breen y Nagle en el control horario, con el objetivo de beneficiar a Crugnola en la lucha por el certamen.
Horas después de dar la victoria a Andrea Crugnola y Elia Ometto, los comisarios decidieron anular todas las penalizaciones impuestas en el último control horario del rallye. La decisión estuvo marcada por un fuerte atasco en el tramo de enlace final, devolviendo todo a las posiciones originales.
Fabio Andolfi finalizó tercero (y primero entre los Skoda Fabia Rally2 Evo) a sólo 12 segundos de la primera posición. Stefano Albertini, Campeón Italiano de Asfalto en 2020, fue cuarto, mientras que Giandomenico Basso clasificó quinto. Este último habría sido, casi con toda seguridad, el vencedor de la carrera, con cuatro de ocho scratch marcados. Un pinchazo en el sexto tramo le apartó del triunfo final.
Otros pilotos favoritos a las primeras posiciones, como Oliver Solberg, vieron truncadas sus opciones. El sueco dijo adiós a la carrera tras un toque, con pérdida de rueda, en la cuarta especial. Stéphane Lefebvre, por su parte, finalizó sexto con el Citroën C3 Rally2, justo después de otro de los destacados, Simone Campedelli, a bordo de su Volkswagen Polo R5.