Sin duda, estamos ante una de las temporadas más atípicas de la historia del Campeonato del Mundo de Rallyes. Al menos, cuando parecía imposible, se han llevado pruebas adelante, como el Rallye de Estonia de hace un par de semanas. Este fin de semana toca Turquía, una de las citas más duras del año.
La cita turca llega con un total de 26 coches inscritos, en su totalidad de WRC, WRC 2 WRC3. Sin duda, una prueba inviable para coches pequeños o equipos privados sin mucho presupuesto. Aún así, el nivel de pilotos es realmente importante en la quinta cita puntuable para el WRC.
Respecto a los coches de la máxima categoría, estamos ante una nueva final. A priori, los principales favoritos son los Toyota de Evans y Ogier, que tendrán que batallar en los durísimos tramos con los Hyundai de Neuville y Tänak. Eso sí, sin olvidar las evoluciones de los competidores de M-Sport y gente como Rovanperä o Loeb.
En WRC2, sólo estarán presentes tres unidades: el Ford Fiesta Rally2 de Adrien Fourmaux, recién llegado de su aventura con el equipo cántabro Proracing, y los Skoda fabia de Pontus Tidemand y Eyvind Brynildsen, bicampeón de rallyes noruego con los vehículos R5. Tocará estar atentos a sus evoluciones.
Por último, en lo que a WRC3 respecta, el asunto estará más reñido, con once coches en la lista de inscritos. Jan Solans y Mauro Barreiro están ante una oportunidad de oro para conseguir un buen resultado tras su firma por Redbull y su adaptación en Estonia. No lo tendrán fácil, con rivales experimentados como Bulacia, Kajetanowicz o Fernández.