Esta semana hemos conocido la noticia de la suspensión de una de las pruebas más importantes del panorama automovilístico cántabro. No es otra que la Subida a Peña Cabarga, cuya celebración estaba prevista el 8 de agosto. El C.D.E Nola Sport no ha tenido opción de impedir este hecho, y hemos hablado con uno de sus organizadores para conocer su visión.
Con todos (casi) los cabos atados, el Ayuntamiento de Medio Cudeyo ha denegado el permiso necesario final para la elaboración de la prueba. La Federación Cántabra de Automovilismo había dado el visto bueno y estaba trabajando en ello. La Federación Española, por su parte, también, facilitando el día de la prueba mascarilla y geles desinfectantes, tal y como nos han asegurado desde la organización.
El citado ayuntamiento elaboró un comunicado indicando lo siguiente: «DENEGAR AUTORIZACIÓN a C.D.E NOLA SPORT – C.D.E. PEÑUCAS, para realizar la prueba deportiva 7 y 8 de agosto 2020, por los motivos de seguridad pública sanitaria indicados, y sin perjuicio de su aplazamiento y celebración posterior cuando la referida situación cambie y las circunstancias lo permitan». La prueba no se pospondrá. Las miras están puestas en 2021.
Este es uno de los múltiples ejemplos en los que queda claro que no siempre la «culpa» o el problema está en las federaciones y organizaciones de las pruebas. Tras la situación que hemos vivido, los presupuestos son muy limitados o incluso nulos. Por ende, la obtención de todos los permisos necesarios se convierte, en muchas ocasiones, en un verdadero reto.
Por tanto, hay una premisa clara: Todos y todas debemos trabajar y colaborar de forma conjunta para sacar el máximo número de pruebas posible. Seguramente, a pesar de estar calendadas en diferentes comunidades, muchos municipios no puedan celebrar su carrera como todos los años. Es el momento de aportar por el bien de todos.
