Qué decir del entrevistado en el día de hoy para todos los aficionados. El piloto vasco Fernando Brizuela se reunió con Tramalón para charlar sobre las cuestiones más recientes del mundo automovilístico. Un piloto referente para gran parte de la afición española. Su Ford Sierra Cosworth sigue en el garaje esperando una oportunidad que podría llegar más pronto que tarde.
El vasco dio sus primeros pasos en competiciones de Montaña con apenas 19 años de edad: «Comencé en este mundo muy joven, a finales de los años setenta. Uno de los coches que más me marcó en aquella época era el Renault Alpine. Muy divertido de conducir, un absoluto aparato«. Un coche del que lamenta no tener más imágenes: «Me gustaría recordar muchos momentos con él», confiesa.
Años más tarde, en 1987, a bordo del espectacular Renault 5 Turbo, Brizuela se alzó con la Copa de España, venciendo pruebas como el mítico Peñucas o el Villa de Gijón. El campeón recuerda aquel coche como «vibrante y muy divertido», pero con menos potencia que otros de sus aparatos.
En al año 1989 debutó con el Ford Sierra de Grupo N antes de dar el salto al espectacular Grupo A hecho por el equipo belga RAS. Una auténtica obra de arte con la que conquistó a la afición de todas las carreras que disputó con él. El vasco es claro: «No hay ninguna duda de que es el coche más especial de mi carrera deportiva».
Recuerdos especiales
Los fans del Rallye de Tineo suelen recordar a Fernando por sus múltiples y espectaculares actuaciones en su rallye. Este no ha perdido su oportunidad de mandar un mensaje a la afición: «Es una carrera que me gusta mucho por varios motivos. El primero es por cómo me trataba la organización. Te llaman, se preocupan, cuidan de todo… Además, el público y los tramos son muy especiales. Por supuesto que si se puede, volveremos«.
Preguntado por un tramo o una carrera muy especial, el vasco no se ha decantado por ninguno, pero si tiene muy buenos pensamientos de la carrera asturiana anteriormente mencionada. Recuerda también con una sonrisa otroas citas: «El Rallye de la Cerámica, los tramos del Rallye del Bierzo y, por supuesto, las carreras del Regional Vasco (como subir La Reineta)».
Todo estaba listo para 2020
Su regreso a los rallyes estuvo más cerca que nunca este año. Brizuela tenía asegurada su participación en el Fullslip Historic Rallye, previsto para el mes de abril. «Estaba todo atado y estábamos inscritos, pero al final no ha podido ser. El principal objetivo era probar el coche y volver a disfrutar«.
Además de eso, tenía intención de participar en una carrera del Regional Vasco, un rallysprint o una subida, pero con la apariencia del COVID-19 «todo se ha fastidiado», afirma el piloto afincado en Sestao. Su última participación con el Sierra fue en el Rallye de Zamudio de 2014, tras seis años inactivo.
Su premisa sigue siendo clara, y es la de competir a tope con el Ford Sierra Cosworth que tantas alegrías le ha dado. «Si vuelvo es para competir al máximo contra el crono, creo que no tengo ritmo para pasear (risas)». Sin duda, sería un «bombazo» para todos los aficionados que disfrutaban de su conducción años atrás.
Opinión sobre pilotos y coches modernos
Fernando Brizuela tiene claro su coche preferido para echar carreras en cualquier superficie, y ese es el Porsche GT3. No existe ningún tipo de duda para el piloto vasco: «Son coches que, además de rápidos y divertidos, requieren de un mantenimiento prácticamente nulo», destaca sobre los bólidos alemanes.
Además, nos confesó que hace unos meses tuvo la oportunidad de probar un Renault Clio N5 de RMC Motorsport, y quedó satisfecho. Le soprendieron varios aspectos de la montura, como los «frenos y el chasis», entre otros. En la actualidad, en el panorama nacional, no cree que haya un piloto «que destaque sobre el resto», aunque reconoce el buen nivel.
Un proyecto «atascado»
A comienzos del año 2019, Fernando Brizuela finalizó la construcción de su motor ecológico. Este creó, con su conocimiento, un motor de gasolina que proporciona menos consumo de combustible y un resultado muy eficiente a nivel medioambiental. La creación consigue eliminar la emisión de gases contaminantes como son el monóxido de carbono y los diópsidos. Todo ello sin perder potencia.
Tras ponner en marcha su idea, tenía en mente elaborar un motor desde cero, pero el presupuesto se disparaba. Por ese motivo, adaptó un motor ya usado variando varias de las piezas para lograr el objetivo. Pese a la gran idea y los resultados probados, Brizuela se soprende con el poco interés creado: «Salió en los periódicos y hablé con alguna marca, pero parece que a nadie le interesa. Quieren proteger el medio ambiente y no ponen interés. Vivimos una mentira«, destaca contundente.
El ex piloto (por el momento) está pendiente de vender la patente, lo cual le otorgaría una cantidad de dinero alta. Si esto se cumple, el vasco lanza una promesa a la afición: «Por supuesto que, si consigo la venta de la patente, tendría mucho más presupuesto y volvería a las carreras«. Los aficionados le esperaremos en las cunetas. Imagen principal: Igor Barrenengoa.