Como muchos de vosotros sabréis, Tramalón ha empezado a realizar votaciones sobre diferentes diseños y monturas en nuestro país (de momento, pronto habrá de fuera). El primer ganador, entre los cuatro Seat Córdoba WRC, fue el del asturiano Aldo de Alberto, con una decoración muy especial, al igual que su pasado. Digno de contar.
Hablamos del chasis número 8, ex oficial de Seat Sport, que salió a competir en 1999. La unidad de Aldo fue pilotada por el italiano Piero Latti, con el que no corrió demasiada buena suerte. Rovanperä también lo disfrutó en una carrera finalndesa. En el año 2000 pasó a manos privadas (Snobeck) hasta que, un año después, llegó a España. No sin antes pasar por manos de Dani Solá, con un sexto puesto en el Rallye de Madrid del 2000.
Sus comienzos nacionales tuvieron lugar en tierra, con Michael Huete y Joan Roca, en el año 2001. Estos gozaron del apoyo de Seat Sport en el Nacional de Tierra. Por aquel entonces, el coche era propiedad de Baporo Motorsport. A partir de 2003, los preparadores se desprendieron del coche, acabando en manos de un piloto privado leonés, de El Bierzo, Javier Arias. Este lo disfrutó dos años, y con victorias, como en el Rallye Ciudad de León en 2003.
A partir de 2005, el Seat Córdoba WRC cogería el destino «norte», más concretamente gallego. Roberto Blach se hizo con la unidad pero por poco tiempo. El riojano Rubén García, tras su paso por el espectacular Ford Escort WRC, decidió ir a por este coche. Sumó una montura más al conocido «Mundialito Vasco» durante la temporada 2007.
Destino Manolo Cabo (2007-2010)
Tras su paso por Euskadi, el Córdoba llegó a manos de Manolo Cabo. Un cambio total para el piloto cántabro, ya que venía de disputar temporadas con los Citroën Saxo y C2 S1600. Tras probarlo en el homenaje a Ugarte en Laukiz, pronto llegaron las victorias en pruebas como Torrelavega u Hoznayo, entre otras. A finales de 2010, el destino decidió que la unidad española fuera a cruzar la península de norte a sur. Manuel Maldonado se convirtió en su nuevo dueño a partir de 2011.
Un caso cuiroso el del piloto andaluz, que tuvo la suerte de contar con dos unidades ex oficiales de Seat en su garaje (nuestro protagonista junto al Seat Ibiza Kit-Car). Ahí es nada. Maldonado se centró en el Campeonato de España de Montaña, cosechando el título de vencedor del Grupo A en 2012. Su próximo piloto también será «montañero»: Hablamos del asturiano Julio Castrillo, que compitió en varias subidas hasta 2013.
A partir de 2013, a manos de su actual dueño
Ya lo han comprobado. El camino que ha seguido este coche desde su fabricación es digno de película, resaltando el curioso caso de su ininterrumpido protagonismo en España. El asturiano Aldo de Alberto se hizo con él dos días antes de la Subida a Santo Emiliano de 2013, en la que participó. Durante ese año, disputó varias subidas más, como Castrillón, del regional, o Peña Cabarga, del CEM.
A partir de ahí, el Córdoba volvió a su aspecto mundialista, pero con patrocinadores propios. Toda una obra de arte muy apreciada por los aficionados de todo el mundo. El asturiano participa desde entonces en pruebas esporádicas, como el Rallye Festival Trasmiera o carreras sueltas dentro del regional asturiano, ya sean rallyes, rallysprint o subidas. Todo un lujo seguir contando con una unidad de este calibre en nuestro país. Desde 2018, luce una «decoración de mundial», luciendo a empresas que patrocinaban a Seat en la época mundialista.