Los hermanos Vallejo, Sergio y Diego, fueron los grandes alicientes del Rallye de Ourense del pasado fin de semana. Reaparecieron en asfalto con el Porsche 997 GT3 RS 3.8 que tantas alegrías ha dado, tanto al equipo como a los aficionados. En unos tramos muy rotos y sucios para la máquina alemana, el propio piloto asumió la gran dificultad. Vallejo escribió una reflexión post-carrera en redes sociales.
Antes de su abandono en el tramo número cuatro, Toén, por la rotura del radiador, los gallegos se encontraban cerca del «top ten». Estaban en tiempos de los Skoda Fabia R5 de José Luis Peláez y Luis Vilariño. Así lo narra Sergio Vallejo: «Nos encontramos agusto y atacamos todo lo que podíamos. No obstante, al llegar a meta y ver los tiempos, era decepcionante«.
El ex campeón de España es totalmente consciente de la complejidad de los tramos ourensanos para el Porsche. Aún así, ha calificado como «decepcionante» la diferencia de prestaciones y tiempos entre los R5, cada vez más evolucionados, y los GT. Una limitación exagerada de caballos que, para el lucense, es un «sinsentido«, por esta razón: «En su día se dijo que era para “equilibrar las prestaciones”, pero la continua evolución de los R5 hace que ese argumento a día de hoy carezca de fundamento«.
Este enviará un escrito a la Federación Española de Automovilismo para aclarar la situación e intentar evitar la imposición de una brida en dichas monturas. No cabe duda de que, sólo con el sonido del bólido, ofrecen un espectáculo y emoción mayúsculos para cualquier aficionado presente.
Tras Ourense, no hay ningún tipo de programa cerrado, pero los «lobos» comentaron su intención de correr «uno o dos rallyes más» en lo que resta de temporada. «Si lo hacemos que sea para disfrutar de verdad, porque como pasó este finde, con unos tramos tan rotos y con la limitación de la brida, tanto la conducción como el espectáculo se reducen considerablemente», consideró.