Al igual que cualquier historia, todo tiene un inicio. Los de Thierry Neuville en el mundo de los rallyes se remontan a los años 2006 y 2007 con un pequeño Opel Corsa A GSi. Como la mayoría de protagonistas afirman, la primera montura siempre es la más especial.
Muy pronto, el piloto belga comenzaría a demostrar su talento en el Campeonato de Europa con un Citroën C2 R2 Max. Pronto daría el salto a un coche de primer nivel por aquel entonces como el Peugeot 207 S2000. Después llego Ford, Hyundai… Y la historia que todos conocemos, cuyo objetivo final pasa por lograr el Campeonato del Mundo.
Pero en este artículo nos vamos a quedar con el Opel Corsa, un coche que recuperó Neuville varios años después, y con el que ahora vuela por los tramos de su Bélgica natal. La web del WRC ha realizado un interesante reportaje para narrar pinceladas de la historia de este coche.
La recuperación, una vez localizado, se produjo doce años después. El aspecto exterior era idéntico al de aquella época. Sin embargo, los cambios importantes llegarían en la parte mecánica. Montaron un motor de kit-car que ofrecía una potencia de 210 caballos, además de una caja secuencial de seis velocidades.
El piloto de Hyundai Motorsport reestrenó el pequeño bólido alemán en el Legend Boucles à Bastogne de 2018, un evento de exhibición e monturas clásicas en su tierra, en el que repitió el año pasado. «Fuimos y nos divertimos mucho mostrándoles el coche a los aficionados», afirma Neuville a wrc.com.
La primera victoria de Neuville con el Corsa, y última hasta el momento, llegó en 2019, con la disputa del Rallye des Crêtes. El piloto mundialista demostró sus dotes al volante, venciendo la prueba ante monturas superiores como R5, Porsches o Mitsubishi.