No está siendo, en absoluto, el año deseado para Ole-Christian Veiby y su entorno en el aspecto puramente deportivo. El noruego comenzó bien la temporada, con un quinto puesto en WRC2 en el Arctic Rallye de Finlandia y una victoria en el Rali Terras d’Aboboreira, en tierras portuguesas.
Pocos días después, con la llegada del Campeonato del Mundo al Rallye de Portugal, la cosa se torció. Veiby no comunicó a la organización su contacto estrecho con un positivo en COVID, por lo que fue suspendido por medio año. El noruego se saltó el protocolo, y la sanción le mantendrá seis meses alejado del WRC2.
El noruego volvió a participar en una prueba con motivo del Rallye de Letonia, del Campeonato de Europa, disputado este mismo fin de semana. Tras cuajar un rallye bueno, pero con diversos problemas, finalizó séptimo de la clasificación general con el Hyundai i20 R5.
No obstante, horas después de la carrera, la FIA hizo oficial la descalificación del equipo por irregularidades en el alerón trasero de la máquina coreana. Su equipo realizó una serie de modificaciones, tanto en tamaño como en posición, para mejorar el rendimiento con respecto al aire, dada la alta velocidad de los tramos. Algo, por supuesto, totalmente prohibido.