Este fin de semana tiene lugar una de las pruebas más interesantes de nuestro país. No es otra que la Subida a Puig Major, que este año celebra su edición número 41. Este año, debido a las circunstancias, no se celebrará como todos queremos. Será a puerta cerrada.
A pesar de ello, alrededor de sesenta equipos no se quieren perder la cita. Estos se dividen entre Montaña (22 coches), Tramo Cronometrado/Rallye (32 monturas) y Regularidad Sport, con 10 valientes. Las diferentes categorías ha formado una variada lista de monturas de todo tipo.
En Montaña presentan su candidatura a la victoria las barquetas y monoplazas habituales del Campeonato Balear de Montaña. Pedro Mayol, con la Norma M20, Pedro Crespí, con Silver Car, Francesc Munné, con Demon Car o Pablo Vázquez, desde Asturias con su BRC BR53, son algunos de los favoritos.
En turismos destacan tres monturas por su elevada potencia. El principal candidato al triunfo es el asturiano José Antonio López Fombona con su Lamborghini. Raúl Borreguero, con el Mosler MT900R o José Alonso Liste, con la Ginetta G50, también darán que hablar en un terreno tan rápido como este.
En la categoría de “Tramo Cronometrado”, con piloto y copiloto, tenemos que destacar la presencia de Blas y Nuria Pons, con su Hyundai i20 R5. Por las características de la montura, son uno de los candidatos. Los numerosos Mitsubishi o Renault Clio presentes también aspiran a posiciones de podio o victoria.
Desde primera hora, a las siete de la mañana, la carretera de la subida cortará todos sus accesos. Están previstas un total de cinco mangas, con su inicio a las nueve de la mañana. Tres subidas de entrenamientos y dos oficiales, donde los competidores se jugarán los puestos de la clasificación.
