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Más que merecido. La joven copiloto valenciana María Salvo recibió, horas después de finalizar el Rallye de Madrid, el Trofeo María de Villota a la Superación 2020. En una ceremonia final muy especial, Salvo subió a por el premio, dedicado por supuesto a su hermana Laura y a todos sus seres queridos.

Tras el fatídico accidente en el Rallye de Vidriero, Salvo reapareció en el Rallye Princesa de Asturias junto a Sergi Francoli, otra de las personas más cercanas a la copiloto. Juntos, a base de corazón y valentía, completaron con éxito la prueba asturiana.

Poco tiempo más tarde, en su intento por conseguir el triunfo en la Peugeot Rallye Cup Ibérica y la Beca R2, dicha pareja acudía y la Nucía, en asfalto, y Madrid, sobre tierra. La mala fortuna en la cita d ela capital, con un fuerte accidente en el primer tramo, privó a Francolí y Salvo de obtener el título. Aún así, se han llevado un gran segundo y tercer lugar en la Beca e Ibérica. Y, por supuesto, el respeto y la admiración de toda la familia de los rallyes.

Este fin de semana, como colofón final al 2020, el piloto catalán elegía el Peugeot 208 R2, con el mero objetivo de disfrutar, como el resto de equipos. En uno de los tramos, la hermana pequeña de María, Nerea, se subía al asiento derecho, protagonizando una de las imágenes más bonitas del fin de semana.

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