La F1 está deseosa de darnos carreras apasionantes todos los fines de semana. Max Verstappen ha sido el claro dominador de un GP marcado por la lluvia inicial que caía sobre el asfalto del circuito de Imola, condicionando parte importante de la carrera. Aun así, el piloto neerlandés gestionó a la perfección la situación para vencer con solvencia por delante de un Hamilton que salvó los muebles tras su error antes de la bandera roja y conseguir acabar segundo. Norris volvió a subir al pódium tras un gran fin de semana.
La gestión de carrera de Max Verstappen fue sensacional. Desde la salida, donde consiguió adelantar a Pérez y Hamilton antes de llegar a la primera curva, acertando en la estrategia a la hora de poner los medios para defenderse del heptacampeón del mundo y gestionando bien el restart tras la bandera roja que redujo las diferencias con sus perseguidores. Victoria de aspirante al campeonato del mundo, que se estrena con su Red Bull esta temporada tras el segundo puesto de Bahréin.
No es habitual ver fallar a Lewis Hamilton y menos todavía en un error, a priori, evitable. Pasando a los doblados, pisando la parte húmeda, saliéndose de pista y golpeando su coche ligeramente contra las protecciones. El milagro es que consiguiese sacar el coche de la puzolana y poder continuar en carrera. Luego fue la bandera roja del accidente de Bottas y Russell la que permitió al piloto inglés hacer la resalida desde la octava posición y escalar hasta la segunda. Minimizando daños en un GP que podría haber sido desastroso para Mercedes.
A pesar de los méritos que hayan podido hacer éstos, el piloto del fin de semana bien ha sido Lando Norris. Segundo pódium de su carrera deportiva tras el conseguido la pasada temporada en Austria. El piloto de McLaren demostró ser mucho más rápido que Ricciardo durante la primera parte de la carrera, no cometió ningún error y aprovechó la diferencia de compuesto para adelantar a Leclerc en el rolling start. Solo Hamilton y su remontada evitaron que consiguiese su mejor puesto en la F1.
Fue merecido el tercer puesto de Norris a pesar de dejar a los dos Ferrari con la miel en los labios. Charles Leclerc acabó siendo cuarto tras haber rodado tercero hasta el error de Hamilton y el accidente de la bandera roja que, lejos de beneficiarle para hacerle escalar una posición, fue el desencadenante de que perdiese toda la ventaja que tenía. En la resalida se equivocó no aprovechando un fallo de Verstappen y no pudo contener a Norris. Nada que hacer tampoco con Hamilton.
Por el contrario, el GP de Carlos Sainz ha ido de menos a más. Tras decepcionar el sábado quedándose fuera de la Q3, el piloto madrileño gestionó bien la carrera y rodó rápido con el piso mojado, a pesar de haber cometido también varios fallos. Aun así, ha acabado siendo un resultado muy positivo para él, logrando acabar quinto, cerca de Leclerc y superando con holgura a otro rival directo como Ricciardo, que acabó siendo sexto pero lejos de todo este grupo.
Stroll, Gasly, Raikkonen y Ocon ocuparon el resto de las plazas de puntos, por delante de un decepcionante Fernando Alonso. En una carrera con condiciones cambiantes no consiguió en ningún momento sacar el máximo de un Alpine que tampoco ayuda por su bajo ritmo de carrera. Estuvo a menos de un segundo de su compañero de equipo, que sí consiguió puntuar, pero quedar por detrás de él no es un buen augurio. La escudería francesa sigue confirmando que tendrán difícil pelear por puntos en una carrera estándar y que continúan lejos de la zona media del año pasado.
Esta es la clasificación final de la carrera del GP de la Emilia Romagna:
